La revista «Pacientes» de Farmaindustria entrevistó al Dr. Denia Lafuente acerca de los efectos del ruido sobre la salud. Para los que no tengáis acceso a esta publicación, dejamos aquí la transcripción de dicha entrevista:
«Antonio Denia Lafuente, otorrinolaringólogo-otoneurólogo de la Unidad de Sordera y Vértigo del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid, señala que unos nueve millones de españoles están expuestos a niveles de ruido que superan los límites establecidos.
Los ruidos muy intensos pueden producir daños en el sistema cardiovascular e inmunológico. Los trastornos derivados de la exposición al ruido suelen ser físicos. El ruido daña las células receptoras del oído interno produciendo acúfenos (ruido constante en el oído) y pérdida de audición, comenta el doctor Denia Lafuente. La exposición al ruido en un breve espacio de tiempo puede producir fatiga auditiva, que se recupera horas después de cesar el ruido. Pero una exposición prolongada puede ocasionar un trauma acústico, como hipoacusia o la sordera permanente, que implica una pérdida auditiva irreversible. Según Denia Lafuente,estos casos pueden tratarse de forma paliativa mediante el uso de audífonos.
Los ruidos muy intensos pueden llegar a romper el tímpano, lesionar los huesecillos del oído medio e incluso producir vértigo. Además, la exposición continuada al ruido puede tener efectos nocivos sobre el sistema cardiovascular, pudiendo producir hipertensión arterial, aceleración del ritmo cardíaco, vasoconstricción de las arterias, isquemias cardíacas o cambios en la respiración. También se han llegado a describir trastornos del sistema inmunológico, advierte Denia Lafuente.
Respecto a los efectos psicológicos, el Doctor destaca que el ruido interfiere en las tareas que implican atención, concentración, memoria o comunicación y afecta a nuestra tranquilidad y descanso. Esto puede llegar a producir: trastornos del sueño con fatiga crónica, insomnio, disminución de la sensación de bienestar, reducción de la eficacia laboral o académica, cambios conductuales como intolerancia y aumento de la agresividad y trastornos como tensión emocional, estrés, ansiedad y depresión.
Medidas correctoras:
Las medidas para paliar los trastornos derivados del exceso de ruido están orientadas a proteger a la población de la contaminación acústica, actuando sobre la fuente del ruido o protegiendo al individuo de éste. El doctor Denia Lafuente destaca los tapones antirruido, orejeras y cascos con orejeras como los mejores instrumentos para proteger al individuo. En relación a las fuentes sonoras, la protección se lleva a cabo mediante pantallas antirruido, materiales absorbentes, códigos técnicos de edificación y normas para delimitar los niveles de ruido».